CONCECUENCIAS DEMOGRAFICAS:
Una de las consecuencias más claras de la guerra de Independencia fue la destrucción que esta conllevó en el Nuevo Reino de Granada. Los estragos no sólo se evidenciaron en la desaparición de gran parte de la infraestructura física sino, y sobre todo, en la aniquilación de una buena cantidad de su población. Entre 1820 y 1821, la Nueva Granada envió 35.000 neogranadinos a luchar en Venezuela, la costa Atlántica y Pasto. Muchos de ellos perecieron y otros miles de neogranadinos pelearon y murieron en la Campaña del Sur, entre 1821 y 1825.
En el cuadro inferior se puede observar el impacto de la guerra de Independencia sobre la población neogranadina. Se toma como base la división política de 1863-1886 y se excluye a Panamá.
Entre 1810 y el final de la guerra de Independencia en 1825, hay una franca disminución de la población neogranadina. En quince años de guerra, la población se redujo más de un 14%, lo que indica un nivel de muertes bastante alto en este período. Asimismo, regiones donde el conflicto entre patriotas y realistas fue más prolongado, presentaron una mayor disminución de la población, entre ellas la costa Atlántica, que disminuyó su población en más de un 26%, casi el doble del promedio nacional.
CONSECUENCIAS SOCIALES Y ECONOMICAS
Fuera de las consecuencias económicas, entre ellas el endeudamiento, la guerra de Independencia sirvió para facilitar el ascenso económico y social a través del ejército. Hombres de extracción humilde como José Antonio Páez, José Prudencio Padilla y Leonardo Infante, entre otros, lograron posicionarse social y políticamente gracias a su participación como militares destacados en la gesta independentista. Los militares se conformaron como un grupo social de importancia. Este grupo fue determinante en la vida política de la República durante gran parte del siglo XIX.
La Independencia logró acabar con la monarquía española en América y abrió el camino para el desarrollo de una historia republicana. El proceso de independencia significó también cambios sustanciales en la sociedad y en la economía de las naciones americanas, incluida la Nueva Granada.
Los comerciantes neogranadinos, después de la independencia, se vincularon con el comercio internacional, a través de los ingleses, con menos restricciones. Exportaron una mayor cantidad de productos agrícolas. Sin embargo, lo que primó desde sus comienzos fue un intercambio comercial desigual para la recién conformada república. Llegaban más productos del extranjero, mercancías manufacturadas de Inglaterra.
LA INDEPENDENCIA DE COLOMBIA
miércoles, 26 de octubre de 2011
RESEÑA DE LA INDEPENDENCIA
La historia nos dice que todo comenzó con un florero. Era viernes - 20 de julio y día de mercado - cuando un criollo fue a pedir prestado un florero. Un acto, en apariencia efímero, desató un enfrentamiento entre criollos y españoles y culminó en la independencia de Colombia.
Sin embargo, hoy en día es claro que lo que sucedió este día no fue un hecho espontáneo como aquellos que habían caracterizado la vida política colonial. Fue la consecuencia de varias circunstancias que sucedieron en cascada y desembocaron en una gran rebelión del pueblo.
Los criollos tenían razones de fondo, habían sido excluidos de la participación en altos cargos políticos y la representación de las juntas era mínima. Esto los animó a protestar contra el rey e hizo que los criollos por primera vez pensaran en la posibilidad de crear un Estado- Nación.
En consecuencia se creó la junta de notables integrada por autoridades civiles e intelectuales criollos. Los principales personeros de la oligarquía criolla que conformaban la junta eran: José Miguel Pey, Camilo Torres, Acevedo Gómez, Joaquín Camacho, Jorge Tadeo Lozano, Antonio Morales, entre otros.
Comenzaron a realizar reuniones sucesivas en las casas de los integrantes y luego en el observatorio astronómico, cuyo director era Francisco José de Caldas. En estas reuniones empezaron a pensar en la táctica política que consistía en provocar una limitada y transitoria perturbación del orden público y así aprovechar para tomar el poder español.
La junta de notables propuso promover un incidente con los españoles, a fin de crear una situación conflictiva que diera salida al descontento potencial que existía en Santafé contra la audiencia española. Lo importante era conseguir que el Virrey, presionado por la perturbación del orden, constituyera ese mismo día la Junta Suprema de Gobierno, presidida por el señor Amar e integrada por los Regidores del Cabildo de Santafé.
Don Antonio Morales manifestó que el incidente podía provocarse con el comerciante peninsular don José González Llorente y se ofreció "gustoso" a intervenir en el altercado. Los notables criollos aceptaron la propuesta y decidieron ejecutar el proyecto el viernes, 20 de julio, fecha en que la Plaza Mayor estaría colmada de gente de todas las clases sociales, por ser el día habitual de mercado.
Para evitar la sospecha de provocación se convino que Don Luís Rubio fuera el día indicado a la tienda de Llorente a pedirle prestado un florero o cualquier clase de adorno que les sirviera para decorar la mesa del anunciado banquete a Villavicencio. En el caso de una negativa, los hermanos Morales procederían a agredir al español.
A fin de garantizar el éxito del plan, si Llorente entregaba el florero o se negaba de manera cortés, se acordó que don Francisco José de Caldas pasara a la misma hora por frente del almacén de Llorente y le saludara, lo cuál daría oportunidad a Morales para reprenderlo por dirigir la palabra a un "chapetón" enemigo de los americanos y dar así comienzo al incidente.
Sin embargo, hoy en día es claro que lo que sucedió este día no fue un hecho espontáneo como aquellos que habían caracterizado la vida política colonial. Fue la consecuencia de varias circunstancias que sucedieron en cascada y desembocaron en una gran rebelión del pueblo.
Los criollos tenían razones de fondo, habían sido excluidos de la participación en altos cargos políticos y la representación de las juntas era mínima. Esto los animó a protestar contra el rey e hizo que los criollos por primera vez pensaran en la posibilidad de crear un Estado- Nación.
En consecuencia se creó la junta de notables integrada por autoridades civiles e intelectuales criollos. Los principales personeros de la oligarquía criolla que conformaban la junta eran: José Miguel Pey, Camilo Torres, Acevedo Gómez, Joaquín Camacho, Jorge Tadeo Lozano, Antonio Morales, entre otros.
Comenzaron a realizar reuniones sucesivas en las casas de los integrantes y luego en el observatorio astronómico, cuyo director era Francisco José de Caldas. En estas reuniones empezaron a pensar en la táctica política que consistía en provocar una limitada y transitoria perturbación del orden público y así aprovechar para tomar el poder español.
La junta de notables propuso promover un incidente con los españoles, a fin de crear una situación conflictiva que diera salida al descontento potencial que existía en Santafé contra la audiencia española. Lo importante era conseguir que el Virrey, presionado por la perturbación del orden, constituyera ese mismo día la Junta Suprema de Gobierno, presidida por el señor Amar e integrada por los Regidores del Cabildo de Santafé.
Don Antonio Morales manifestó que el incidente podía provocarse con el comerciante peninsular don José González Llorente y se ofreció "gustoso" a intervenir en el altercado. Los notables criollos aceptaron la propuesta y decidieron ejecutar el proyecto el viernes, 20 de julio, fecha en que la Plaza Mayor estaría colmada de gente de todas las clases sociales, por ser el día habitual de mercado.
Para evitar la sospecha de provocación se convino que Don Luís Rubio fuera el día indicado a la tienda de Llorente a pedirle prestado un florero o cualquier clase de adorno que les sirviera para decorar la mesa del anunciado banquete a Villavicencio. En el caso de una negativa, los hermanos Morales procederían a agredir al español.
A fin de garantizar el éxito del plan, si Llorente entregaba el florero o se negaba de manera cortés, se acordó que don Francisco José de Caldas pasara a la misma hora por frente del almacén de Llorente y le saludara, lo cuál daría oportunidad a Morales para reprenderlo por dirigir la palabra a un "chapetón" enemigo de los americanos y dar así comienzo al incidente.
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